Somos consumidores felices
¡Yo soy un consumidor feliz!
Y, ¿sabes?
Me preocupa lo que mis niños consumen.
Me gustaría consumir el cañón de una escopeta ahora mismo, si pudiera.
Lo agradecería, porque estoy en el infierno.
jueves
(paréntesis)
lunes
Átomos de una condición estética
La sangre, que está despedazada, conteniendo un mato gris de esperanza; y las horas guardándose los siglo y los símbolos bajo la manga,
Un poema es un objeto fútil, fruto de la descomposición metasíquica:
Una laguna de aire
durmiendo
riendo
distinto al vacío
(un silencio que se apodera de todo espacio
distinta a la ausencia
TODO es una antítesis de
Literatura)
pero identifico el día y la arquitectura que lo aqueja, bajo la pupila del sol, a los pasos de un río;
pero el yo ya es irrespirable.
Igual como si meciese los pensamientos, estos no deben la más mínima importancia; igual como si los meciese, acunándolos,
porque son verticalidad insolente, así como el habla y el gesto,
también la arquitectura fisiológica: toda meseta implica abismo.
Son los órganos que se me atan al cuerpo, se me atan, es mi máquina fúnebre, sin poder salir, sin poder caer;
por eso es que digo que toda poesía viene muerta,
porque viene desde adentro y sin caída:
no respira, no bebe, no eructa, no vomita.
He aquí un pequeño secreto: todo canto ha de ser ecuacionable, porque todo yo trae consigo una icógnita divina; el yo nunca es único. Por eso nunca tampoco miro el mar mientras escribo, la cuna de la vida no debe ser inspiración nunca, nunca; no así la sangre y la tierra.
Tampoco creo que en la cosificación de la vida: no debo tener más que mi cuerpo para escribir. Que sea puntal oblicuo del mundo.
Y el poema, mas no la poesía, debe romper su propio molde con llantos de nacimiento. Un llanto tan negro como su propio instinto. Que tenga temeridad. Siempre le he de temer.
Definitivamente hay que ser eje del mundo parado en una pata; bailando. Y yo, como toda estética, debo tener la violencia en las entrañas empantanadas del espíritu.
El hoy es otra de mis voces, el ahora como contrapunto. Aún así, todos los círculos ─siempre─ están redibujándose fuera de toda cartografía; y todo aquello que rodea a la poesía está construido para atrapar moscas ─además, el poeta es esa máquina con la fatalidad desnuda.
La poesía es el fracaso rotundo de la acción,
pero la acción, en sí misma, es la fragilidad del ser humano; aquello que reposa, durmiendo, en las vigas de la respiración axiomática. Toda acción corresponde a las reglas universales Newton: acción como el movimiento en espiral, es la caída imparable.
Es necesario, para ser buen asesino, prescindir de toda huella en la carne, como en la tierra, borrar todo paso dado. ─Pero todo lo que busco es, finalmente, degollarme en una caricia. Y todo texto escrito corresponde a una regla, lo mismo que llevarse el pan a la boca; aun así, no se subyugará todo a la enumeración.
(tras las nubes, viene el puelche y caen los zorzales de agua)
No respetaré definiciones, arquetipos, tropos o figuras preconcebidas, pues toda nueva busqueda necesita la destrucción de sí misma.
El poema es ese clavel depositado sobre el ataúd de los recuerdos; el poema es aquello que yace muerto y que se le revive con el hálito, y como todo juego necesita de reglas, me impondré sólo un límite, no así el tiempo, ni tampoco la extensión de cada construcción
(─el reflejo en la tierra mojada)
Pretendo en este acto ─el primero─ edificar todo aquello que me rodeo, resignificar, formular aquel atisbo de estética que me aqueja
pero,
¿qué edifica un poema?
nada.
Un poema es un objeto fútil, fruto de la descomposición metasíquica:
Una laguna de aire
durmiendo
riendo
distinto al vacío
(un silencio que se apodera de todo espacio
distinta a la ausencia
TODO es una antítesis de
Literatura)
martes
Despertar
¿No extrañas, siquiera, el despertar juntos,
a veces yo abrazándote o tú haciéndolo,
antes de abrir los ojos sentir que estamos, que somos uno, ahí, en ese instante,
—se abren los ojos— y nos vemos uno al lado del otro, sonriendo, mudos o dando el buen día y ofreciendo si necesita alguna cosa,
(siempre el desayuno, siempre),
y con sólo saber instintivamente que estamos los dos ahí
va a ser un buen día,
porque
no
necesitábamos
nada
más?
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