viernes

Madre

Traemos el alma despedazada y colgando de un hilo
Se nos vacía en una mezcla de sangre, tierra y lágrimas
Desbordamos los ojos de tanto que te estamos lloviendo
Acariciamos tu corazón de lo inerte que luce

La risa desbocada de la noche
Se transforma, poco a poco,
En mueca de dolor frente al espejo de la finitud tuya

Es la muerte quien nos acecha
Y nosotros, como un pequeño animal herido,
Buscamos en tus entrañas
El refugio ante ella
¡Se nos ríe la muerte!

Canto lágrimas
Canto triste
Canto sangre
Balbuceo las palabras deshechas
Decanto en la muerte como arena en un vaso arrojado al mar
Decanto en el susurro mismo
Mínimo
Esencial
Mi aliento te robará la vida
Vida que ya no existe.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Maravilloso. Me encantó.